El Proyecto Educativo de Centro se ha convertido, tras las últimas reformas legislativas, en el eje central de la organización y planificación de las instituciones educativas, el marco de referencia de toda la actividad escolar.
Si en la ya derogada LOGSE (Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo), los centros disponían del Proyecto Educativo de Centro y del Proyecto Curricular de Centro como herramientas para plantear sus estrategias, las posteriores LOE (Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación) y LOMCE (Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa) modifican este sistema por un planteamiento integrador del PEC, convirtiéndolo en el documento en el que confluyen actualmente tanto los aspectos educativos como las concreciones curriculares.
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Así, el Proyecto Educativo de Centro debe contener en todo caso los siguientes puntos:
- Características del entorno social y cultural del centro.
- Los valores, objetivos y prioridades de actuación.
- La concreción de los currículos y el tratamiento transversal en las áreas, materias o módulos de la educación en valores y otras enseñanzas.
- La atención a la diversidad del alumnado.
- La acción tutorial.
- El plan de convivencia.
Ahora bien, dada la rápida evolución social, el PEC no puede convertirse en un documento rígido e inmodificable, sino que los centros educativos tendrán que adaptar continuamente el texto a los requerimientos sociales de cada momento.
¿Cómo puede saber la institución qué aspectos del Proyecto Educativo de Centro debe corregir, cuáles debe reforzar y qué elementos debe incorporar? La evaluación continua del PEC se convierte, de este modo, en un requisito sine qua non para la actualización y adaptación de la actividad escolar a las circunstancias específicas de cada centro.
La necesidad de evaluación
“Para ser eficaz, la acción educativa debe autocorregirse de forma continua, regularse a sí misma en función de las diferencias observadas entre el propósito que la guía y los puntos sucesivos alcanzados en los itinerarios que acercan o alejan de ese propósito”. Así quedaba reflejada la necesidad de evaluación del proceso educativo -en el que se incluye el PCC- en el Libro Blanco para la Reforma del Sistema Educativo, elaborado por el Ministerio de Educación, Ciencia y Deporte en 1989.
Hoy, su importancia no ha mermado ni un ápice; incluso se plantea como un objetivo más apremiante en nuestro país, dada la falta de sistemas de evaluación fiables y sistemáticos. Como señalan José Antonio Marina, Carmen Pellicer y Jesús Manso en su trabajo Libro blanco de la profesión docente y su entorno escolar, “en España carecemos de una cultura de la evaluación educativa. Más aún, desconfiamos de ella; muchos docentes creen que su actividad no se puede evaluar, que aunque se pudiera, en nuestro país se haría mal, y que cuando se hace una evaluación es para castigar”.
De hecho, el informe TALIS 2013 pone de manifiesto, con preocupación, la ausencia de esta cultura de evaluación, hasta el punto de que la cuarta parte de los docentes españoles (un 30% en el caso de la red pública) “nunca ha recibido ningún tipo de observación, comentario o juicio evaluativo sobre su tarea”. Así, mientras que en el 91% de los centros del conjunto de la OCDE la evaluación del profesorado se realiza de forma habitual, en España este porcentaje se reduce el 64%.
Consejos de evaluación del Proyecto Educativo de Centro
Con estos datos, queda patente que los centros educativos deben realizar un esfuerzo por incorporar los instrumentos de evaluación en todos los ámbitos de la actividad formativa, lo que incluye la revisión periódica del Proyecto Educativo de Centro.
Para que el análisis del PEC sea eficaz, el documento debe contemplar los parámetros de evaluación del plan, indicando:
- ¿Qué se va a evaluar?
- ¿Cómo se va a llevar a cabo el examen?
- ¿Quién va a ser el encargado de realizarlo?
- ¿Cuándo se va a desarrollar el análisis?
De forma más pormenorizada, el centro deberá llevar a cabo el estudio de:
- Infraestructuras y los equipamientos. El objetivo es confirmar la adecuación de los mismos a las exigencias legislativas y conocer el grado de idoneidad de las infraestructuras en cuanto a los procesos de aprendizaje del alumnado. Para ello, se realizará un inventario de los recursos materiales y un análisis valorativo por el claustro de profesores y por los alumnos para conocer las áreas de mejora. En cuanto al momento de realización, se hará al elaborar el plan de evaluación y en su fase final.
- Profesionales del centro. Se trata de descubrir si el personal de la institución es suficiente para dar respuesta a las necesidades, su impacto en los procesos de enseñanza y aprendizaje y los objetivos en la formación del alumnado y la alineación de los profesionales con el modelo educativo del centro y el resto de la comunidad. En este caso, será el equipo directivo el que se encargue de evaluar la información sobre estos indicadores a través de una lista de control descriptiva y cuestionarios de evaluación de los profesionales, que serán analizados también por el claustro. Debe realizarse tanto al principio como al final del plan de evaluación, incluyendo revisiones anuales de los datos.
- Alumnado. En este caso, los puntos se someterán a estudio tanto al principio como al final del plan de evaluación, con exámenes anuales cada inicio de curso, abordando aspectos como el tipo de alumnado, el número de estudiantes y sus necesidades educativas a partir de la diversidad de este colectivo. A nivel descriptivo, el tutor (con la ayuda del equipo directivo y/o la inspección educativa) elaborará un inventario con toda la información de cada alumno y la existencia o no de cada indicador. A nivel valorativo, serán el equipo directivo, el claustro, el consejo escolar y el propio alumnado los que evalúen los puntos positivos y mejorables en el aprendizaje.
- Organización de tiempos, espacios y recursos. Por último, la evaluación del Proyecto Educativo de Centro también debe contener un análisis pormenorizado de la toma de decisiones respecto a los tiempos, espacios y recursos. Es el claustro el responsable de valorar el grado de éxito o fracaso de los procesos, evaluación que realizará al inicio de cada curso escolar, además de al comienzo y término del plan.
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Hola.
Agradecido por tan excelente material para iniciar con exito cualquier actividad a nivel educativo.
Estoy ayudando a mejorar lo que hacen las escuelas de mi comunidad.
Gracias.
Gracias Rodolfo 🙂
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