El 94% de los usuarios de internet utilizan la red para informarse sobre un producto o servicio, según un estudio elaborado en 2015 por Opinea. Este dato puede hacernos pensar -erróneamente- que una página web informativa sobre el centro educativo es suficiente para cubrir las necesidades del público objetivo, pero ¿sabías que tres de cada diez personas se siente más seguro respecto a una entidad cuantos más comentarios haya en la red sobre ella?
Los consumidores son cada vez más activos en el entorno digital y demandan una mayor retroalimentación online, hasta el punto de que más de la mitad de los internautas ha dejado de confiar en una empresa por un mal servicio de atención al cliente a través de internet, según la encuesta Conversion Research, de Aspect.
Por tanto, debemos llegar a la conclusión de que un dominio por sí solo no basta en la era digital. Los centros educativos no podemos quedarnos aislados a este fenómeno, mucho menos en el contexto de alta competencia en el que nos movemos.
Es el momento de que nos lancemos a la conquista de internet, con páginas interactivas y participativas, perfiles sociales que promuevan el intercambio de opiniones y acciones que mejoren la identidad y la reputación online de la institución.
¿Cómo elaborar un plan de marketing online?
No hace falta ser un experto en nuevas tecnologías para desarrollar un buen plan de marketing online. ¿Por dónde podemos empezar? Para que nos resulte más fácil, su elaboración solo necesita que respondamos a estas cuatro preguntas:
- ¿Desde qué posición partimos? Lo primero que tenemos que desarrollar es un análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades), tratando de ser lo más realistas posibles. Por ejemplo, si el centro va a realizar su primera incursión en internet se encontrará con un posicionamiento prácticamente nulo en la primera etapa de ejecución, pero si somos los únicos que ofrecemos un título homologado de gran demanda en nuestra ciudad, esto nos aportará una ventaja respecto a la competencia.
- ¿A quién nos dirigimos? Son muchos los centros educativos de las primeras etapas educativas que cometen el error de pensar que su público objetivo son los alumnos, cuando en realidad son los padres y madres. Por eso es importante que estudiemos con detenimiento quiénes son nuestros potenciales clientes en internet, para adaptar tanto el lenguaje como los contenidos y medios que utilizaremos para captar su atención. No es lo mismo ser una escuela de danza que un jardín de infancia bilingüe.
- ¿Qué es lo que queremos conseguir? En función de nuestras circunstancias, debemos detallar cuáles son los objetivos que nos vamos a marcar con el plan de marketing digital. ¿Queremos poner en marcha una web? ¿Llegar a un número de seguidores en las redes sociales? ¿Mejorar nuestro posicionamiento hasta aparecer en la primera página de resultados de búsquedas? El realismo vuelve a ser la clave; más vale proponernos metas alcanzables en la primera fase de implantación del plan e ir ajustándolas conforme avancemos en su desarrollo, que desilusionarnos tras unos meses sin lograr las cifras previstas.
- ¿Cómo lo vamos a conseguir? Si en el plan de marketing offline tradicional, contratamos cuñas de radio para publicitar el plazo de matrícula en el centro, las estrategias digitales no son muy distintas. Se trata de definir las acciones concretas que vamos a poner en marcha para conseguir los objetivos marcados: contratar anuncios en Google o Facebook, realizar campañas informativas en las redes sociales, promover concursos en Twitter, participar en foros especializados…
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