Con la vista puesta en el curso 2016/2017, los centros educativos intensifican sus acciones de promoción a través de jornadas de puertas abiertas, celebradas habitualmente durante el primer trimestre del año natural.

Estas iniciativas conllevan semanas de planificación que pueden resultar improductivas si, además de organizar todos los aspectos vinculados a la visita a la escuela en sí, no evaluamos a posteriori el impacto de la actividad.

Solo si monitorizamos el calado de las jornadas de puertas abiertas, podremos descubrir el alcance de la iniciativa, averiguar si la imagen del centro formativo ha variado tras la visita a la escuela, valorar la necesidad de reforzar la publicidad, definir los posibles fallos o prever cuántos de los participantes nos elegirán para cursar sus estudios.

¿Cómo podemos medir la efectividad de la jornada? Contamos con diferentes cauces que nos ayudarán a valorar el éxito de la actividad.  

Visita a la escuela

Contabilización del número de asistentes

A nivel cuantitativo, el dato que nos mostrará más fielmente el calado de la visita a la escuela es el número de participantes.

No obstante, no te limites a un solo indicador: compara los resultados con ediciones anteriores, observa el porcentaje de asistentes en relación con el total de invitaciones enviadas o calcula cuántas personas del total de participantes formalizaron la matrícula durante la actividad, si es que estaba disponible la inscripción.


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Cuestionario sobre la visita a la escuela

Podemos solicitar a los visitantes que, al finalizar la visita a la escuela, rellenen un pequeño formulario.

En esta encuesta podemos preguntar por los aspectos relacionados con las labores difusión desarrolladas, la imagen que tienen del centro antes y después de la jornada, las fortalezas y debilidades del colegio y de la competencia, o su grado de intención de incorporarse a la comunidad educativa.

Con esta medida, además, podremos recabar datos personales y de contacto de posibles padres, madres y/o alumnos muy útiles para las campañas informativas que desarrollemos posteriormente.

Impacto en las redes sociales

La correcta planificación de cualquier actividad requiere de la mayor difusión posible y, en este sentido, las redes sociales nos sirven de plataforma para dar a conocer todos los detalles de la jornada de puertas abiertas.

Pero el trabajo no debe quedar ahí: cuelga imágenes y publicaciones sobre cómo se está desarrollando el evento y analiza los comentarios, retweets, Me Gustas y demás interacciones de tu comunidad online. ¿Tienes nuevos seguidores? Eso, sin duda, es buena señal.

El aumento del tráfico en la web también será un indicador del alcance de la iniciativa.

Repercusión en los medios de comunicación

Si durante la visita a la escuela hemos enviado convocatorias o notas de prensa a los periódicos, televisiones y emisoras de nuestro radio de acción, debemos hacer un seguimiento de la publicación de noticias relacionadas con el evento, lo que nos aportará una idea del impacto informativo de la jornada.

Balance de los responsables

Una de las recomendaciones a la hora de celebrar una jornada de puertas abiertas es que siempre haya representantes del centro acompañando a los asistentes y resolviendo sus dudas.

Tras la visita a la escuela, es conveniente que estas personas elaboren una memoria, recogiendo sus conclusiones sobre el acto.


Guía práctica para organizar una jornada de puertas abiertas