Uno de los grandes problemas a los que se puede enfrentar una clase, tanto desde el punto de vista de los alumnos como del propio personal docente, es el de los conflictos que puedan surgir. Hay que darse cuenta que los niños y niñas pasan muchas horas juntos y que algunas relaciones pueden llegar a ser complicadas. Lograr que el ambiente en una clase sea el mejor posible depende de muchos factores, pero se puede trabajar desde el principio y también desde muy corta edad. De hecho, la mayoría de los niños entran en contacto con sus compañeros en el primer ciclo y van evolucionando juntos, por lo que si se evitan desde un inicio se puede mantener ese clima de cordialidad en el tiempo.
En el post de hoy queremos proponerte algunas actividades muy sencillas que puedes enseñar a tu personal docente para que las apliquen en las clases como una forma lúdica de aprender los valores de respeto, tolerancia y compañerismo. Además, también es una buena oportunidad para hacer ver a las familias que el centro cuenta con recursos propios para mejorar la experiencia de sus hijos en las clases.
Juegos para reducir los conflictos en clase
- La primera actividad servirá para mejorar la positividad de los alumnos con respecto a su avance. Se puede llevar a cabo el último día de la semana, en el que los alumnos escribirán cuál es la mejor cosa que les pasó esa semana en el aula. Después, todas las respuestas se juntan y se leen el lunes. A medida que pase el tiempo se irán leyendo respuestas relacionadas con un ambiente más social y esto contribuirá a crear vínculos entre los alumnos.
- La segunda tiene un tono más personal, y servirá para mejorar la relación entre todos los alumnos. Puede llevarse a cabo también una vez a la semana y consiste en dar a un niño o niña el nombre de otro compañero y pedir que diga algo bueno de él. Esta actividad mejora la relación entre los alumnos.
- Este juego permite implantar una rutina de trabajo en equipo. Se trata de crear un diario que cada niño se lleva a casa durante una semana y donde resume lo que han hecho en clase. Al final del curso, será un cuaderno de bitácora donde se ven las relaciones y avances de los niños y niñas.
- Cuando ya se ha producido un conflicto, se pueden poner en marcha mecanismos que impliquen a las partes que participan directamente en él y también al resto de la clase. Se puede hacer una reunión en la que todos puedan colaborar explicando y entendiendo los motivos del conflicto y creando un proceso de acercamiento. Si se deja pasar la situación, puede llegar a empeorar.
Los conflictos entre alumnos pueden afectar al buen funcionamiento del aula. Normalmente se producen por problemas de tolerancia, por eso es importante trabajar con los alumnos desde bien pequeños. Por ello, te hemos propuesto algunas actividades muy sencillas que el personal docente puede poner en marcha en el aula para crear un ambiente propicio para las relaciones. Además, el centro debe tener mecanismos que ayuden a identificar y a valorar el alcance de este problema para poder solucionarlo cuanto antes y que afecte lo menos posible al desarrollo de los alumnos.
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