La evaluación pedagógica es una práctica que permite hacer un diagnóstico del ritmo de aprendizaje de una clase en general y de un alumno en particular, y de esta forma adaptar el desarrollo docente teniendo en cuenta los recursos educativos del centro. Seguro que es un tipo de práctica que ya se utiliza en tu escuela, pero tienes que saber que la evaluación pedagógica es una disciplina que está en constante cambio y, aunque existen una directrices generales que guían su aplicación, lo cierto es que lo más importante es que cada una de estas evaluaciones se prepare teniendo en cuenta de forma expresa las necesidades propias del aula.

Evaluación pedagógica

 

La importancia de una evaluación pedagógica no solo queda legitimada por su utilidad para el centro y el personal docente, que podrá adaptar su calendario a las necesidades de los alumnos, sino también para los familiares de los alumnos, que podrán entender a qué ritmo aprende su hijo/a y sobre todo ser conscientes de la preocupación del centro por su proceso de aprendizaje

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¿Cómo se prepara una evaluación pedagógica?

En este proceso interviene tanto el centro, el personal docente que participará en el informe, la familia y el alumnado, por lo que es necesario hablar de una serie de fases que se pueden poner en marcha a la hora de comunicar la realización del informe:

  • Preparación de la evaluación pedagógica: El centro debe coordinarse para elegir en qué fecha se celebrará la prueba, cuál es el formato que se va a utilizar y qué cursos o clases van a participar en el proceso, generando también un proceso comunicativo básico. La planificación inicial depende del colegio, y es el punto de inicio para garantizar su éxito. Esta planificación incluye también una comunicación a todo el personal docente, que podrá participar en el proceso en mayor o menor medida.
  • Comunicación a los tutores: Los padres cada vez demandan una mayor participación en el proceso educativo de sus hijos, por eso valoran mucho la comunicación entre el centro y ellos. Esto se extiende no solo a las evaluaciones ordinarias a partir de exámenes o pruebas, sino también a informes extraordinarios como estos. Dirigirse a los tutores para informarles de la celebración de esta evaluación pedagógica no solo les hará partícipes del proceso, sino que también les inspirará confianza. Además, hay que tener en cuenta que esperarán una comunicación de los resultados, por eso hay que establecer una reunión a posteriori con cada familia y permitirles acceder a las respuestas dadas por el alumno, de forma que se impliquen totalmente en el proceso.
  • Comunicación a los alumnos: Es importante transmitir a los sujetos del estudio una sensación de seguridad, informándoles de que no es una prueba evaluatoria ordinaria y que por tanto no puntúa o cuenta como resultado de la evaluación o del final del curso, sino que es un elemento que permitirá a los profesores adaptarse mejor a las clases. De esta forma, los resultados se verán menos sesgados y habrá un ambiente de mayor tranquilidad.

 

La importancia de la evaluación pedagógica es  muy clara para una escuela y para su personal docente, pero también es importante implicar en el proceso tanto a los alumnos como a sus familias y tutores, por eso estos consejos de comunicación pueden ayudarte a preparar una jornada muy fructífera que seguro que arroja resultados muy positivos.

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